Alicia Yolanda Reyes

Carlos tuvo problemas gástricos que lo llevaron a entrar al hospital por una obstrucción
Intestinal, Lo sometieron a una cirugía, perdió mucha sangre y sus niveles de hemoglobina bajaran a 9 por ciento cuando los normal son 13.5, uno de los médicos tratantes aconsejaba que le transfundieran sangre, otro que le inyectaran hierro, pero otro más aconsejó incluir en la dieta frijoles y hígado.
La familia de Carlos optó por lo ultimo y una nutrióloga le elaboró una dieta en la que le incluyó frijoles negros y otras leguminosas, así como hígado de res y carnes rojas, además de frutas y verduras en los tres tiempos de comida
Le sugirió 2 colaciones en las que se incluyeron nueces, cacahuates, y una porción de cereales.
En poco más de tres meses los niveles de hemoglobina de Carlos llegaron a los parámetros normales, y perdió peso, ya que sufría de obesidad mórbida. Actualmente se mantiene en un peso ideal, es muy activo, camina dos horas al día y su salud es bastante buena.
Históricamente los frijoles han sido un componente esencial en la alimentación de la población mexicana, complementado con el maíz forman una base nutricional completa.
Desde 1980 el consumo del frijol disminuyó de 16 kilos que se consumían al año por persona 9 kilos, es decir casi a la mitad, esto ha repercutido en el incremento de la obesidad, diabetes, hipertensión y otras patologías que comprometen la salud de las y los mexicanos.
Amanda Gálvez Mariscal, académica del postgrado en Ciencias Bioquímicas de la UNAM, enfatizó que considerar los frijoles como “comida de pobres” es un gran error.
Recordó que los frijoles son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, baja en grasas y sin colesterol
Combinados con cereales como maíz. Ofrecen un perfil nutricional comparables al de la carne, pero sin los efectos negativos asociados a las grasas saturadas.
Los frijoles so solo son ricos en proteínas, sino también en hierro, fibras antioxidantes. La fibra que contienen ayuda a reducir el colesterol y proporciona una sensación de saciedad, lo que ayuda al control del peso.
Los frijoles contienen almidón resistente que apoya la salud intestinal al ser digeridos por el microbiota intestinal.
Otra de las ventajas del frijol es que tienen compuestos antioxidantes en sus cascarilla y almidón resistente, que son fundamentales para la salud digestiva.

La disminución de los frijoles ha ido acompañada del aumento en el consumo de alimentos procesados, que suelen ser altos en carbohidratos, grasas y sal.
Este cambio ha contribuido a la creciente obesidad en México, asociada a problemas graves de salud, como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Esta condición ha incrementado la mortalidad relacionada con Covid19, ya que la inflamación crónica asociada a la obesidad puede agravar los efectos del virus, concluye la doctora Gálvez Mariscal
Así que es necesario volver a incluir en nuestra dieta diaria los frijoles, si son negros mejor, ya que aportan mayor cantidad de hierro a nuestro organismo (aliciayolandar@hotmail.com