Sobrepeso, productos chatarra y altos en grasas y azúcares los responsables
Alicia Yolanda Reyes.
La obesidad y sobrepeso es ya un problema de salud pública en México, en 2020 medio millón de personas fallecieron por esta causa. Estas muertes están relacionadas a enfermedades cardiovasculares, diabetes, tumores malignos, e insuficiencia renal entre otras.
En el año 2020 se logró que los productos altos en grasas y azúcares llevaran una etiqueta que lo especificara, con la idea de quienes suelen consumir este tipo de productos contaran con la información que les permitiera tomar mejores decisiones a la hora de adquirirlos.
Sin embargo los productores de comida y bebida chatarra solicitaron un amparo ante la Suprema Corte de Justicia, el cuarto desde 2020 para exigir que se eliminen las advertencias sanitarias, con el pretexto de que sus ventas han bajado.
En contrapeso organizaciones de la sociedad civil exigieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se mantenga el etiquetado frontal en los productos procesados para prevenir el sobrepeso y la obesidad.
En conferencia de prensa Paulina Magaña, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, denunció que México vive una epidemia de sobrepeso y obesidad.
Es una epidemia ante la cual no hay vacuna, que crece año con año en México y en el mundo, que solo es posible combatirla a través de diversas políticas de salud pública y el etiquetado frontal de advertencia es una de las más importantes.
Por su parte Jorge Vargas, investigador en salud alimentaria del Poder del Consumidor señaló que el etiquetado ha propiciado la reformulación de algunos productos, como galletas, pastelitos, bebidas endulzadas, bebidas lácteas, entre otros que están asociados al incremento de la obesidad y diabetes.
El Dr. Eric Manheimer en su libro “Doce pacientes” Vida y Muerte en el Hospital Bellevue muestra su preocupación porque la obesidad, junto con el tabaquismo se ha convertido en la nueva epidemia de salud pública en Estados Unidos.
Expresa su preocupación porque mientras los hospitales públicos deben de invertir millones de dólares para atender a pacientes con estas patologías causadas por la obesidad, dentro de los mismos se expenden bebidas altas en calorías, productos chatarra y todo aquello que está causando enfermedades graves.
En el caso del hospital del que el doctor Manheimer fue director se tiene un contrato con PepsiCo por 10 años para comercializar sus productos dentro de sus instalaciones.
Situaciones similares se viven en México donde los hospitales del sector salud tienen instaladas maquinas expendedoras de este tipo de productos que causan enfermedad y muerte.
Las farmacias Guadalajara, las del Ahorro y Benavides ofertan en sus instalaciones productos altos en grasas, calorías y azúcares.
Así como cigarros tradicionales y cigarros electrónicos. Toda una contradicción. Las personas acuden a surtir sus recetas para toda una serie de enfermedades incluyendo hipertensión y diabetes y en la caja de las farmacias le ofertan productos chatarra, e incluso las cajeras informan que están en “oferta o al dos por uno”.
Las y los menores de edad son las principales “victimas” de estas ofertas, y por supuesto serán los próximos pacientes de estas patologías.
Es criminal que se permita esta publicidad y venta de productos que sabemos que solo causan daño, que no son nutritivos y que tarde o temprano llevarán a una muerte prematura.
Confiemos en que la SCJN cumpla su papel de proteger a la población y el etiquetado para prevenir sobre el daño que causan estos productos se mantenga (aliciayolandar@hotmail.com)
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