Alicia Yolanda Reyes.
España y la República Checa encabezan la lista de los países en donde se puede adquirir un bebé, como si fuera una mercancía.
Para aquellas parejas que no puedan engendrar de forma natural, sin intervención médica se les ofrece la posibilidad de someterse a un tratamiento en el que les será colocado un óvulo fecundado en la matriz de la mujer, para lograr el nacimiento de uno una bebé.
Aunque en la mayoría de los países de la Unión Europea está más o menos controlada la donación de óvulos para estos fines, en España ha surgido la modalidad de ofrecer a aquellas mujeres de escasos recursos que desean someterse a una cirugía estética, que pueda abonar el costo con sus propios óvulos, que son extraídos en la misma clínica en que le practicarán la cirugía.
En la mayoría de los países está prohibido lucrar con los óvulos, y solo se autoriza que se pague a las donantes los gastos médicos que implique el tratamiento, incluso en los casos que la mujer sea quien recibe el óvulo fecundado y prosiga con el embarazo, con el compromiso de entregar el producto cuando nazca.
La activista feminista Nuria González quien lleva varios años investigando el tráfico y venta de bebés, se centró en esta ocasión en varias clínicas de Valencia, España.
La fuente de Nuria , quien es una persona que trabajo en una de estas clínicas denunció que existen clínicas que se dedican tanto a la fertilidad humana como a la cirugía estética, “actúan sobre todo en los ambientes universitarios, y a través de redes sociales como Instagram o Tik tok, ofrecen cirugías estéticas con facilidades de pago”.
Cuando las chicas acuden a las clínicas a informarse les ofrecen la opción de pagar su intervención estética con la donación de óvulos.
Es un negocio redondo para las clínicas señala Nuria López, ya que España es uno de los diez países europeos que fija una cuota económica para cada donación de óvulos, pero prohíbe tajantemente la venta de los óvulos.
Sin embargo, es una realidad que la venta que se realiza diariamente con este material genético, la cual se disfraza de donación altruista, por la que se paga una compensación de 800 a 1200 euros por la extracción.
En el contrato que se suscribe entre la donante y la clínica no se menciona, que la donación esté relacionada con la cirugía estética, como en realidad sucede.
La mayoría de las mujeres que acuden a “donar” son de extracción humilde, algunas madres solteras.
Las comunidades de Catalunya, Valencia y Andalucía, junto con Madrid aportan el 65% de las empresas de reproducción humana, y se dan casos de mujeres que en tres años han realizado hasta doce extracciones para sobrevivir.
La Ley prohíbe que una mujer doné más de seis óvulos a lo largo de su vida, pero en estos casos simplemente se registra con otro nombre y se viola la regulación.
En España son cinco empresas quienes concentran el 56 % del volumen de estas transacciones, denuncia la autora del libro “Vientres de Alquiler” La mala gente. (aliciayolandarhotmail.com)