Las estéticas interiores de Giordana García Sojo
El cuerpo es el mayor escenario de la vida. Cada una de sus partes contienen historias que forman el gran relato de nuestra propia existencia.
En el caso de la mujer que es consciente de su lugar en el mundo, desde la palabra tiene la capacidad de crear estéticas interiores que dialogan con la profundidad de sus sentires:
Kinetoscopio
Detrás de mis ojos he instalado un proyector
el hipotálamo lo hace gravitar
no pesa su astilla de armatoste
Torno a su juego alrededor de las cinco de la tarde
sigo instrucciones:
presionen párpados
concentren círculos de agua
hasta erizar alguna dendrita
eyectar eléctricos jugos
trepar adentro
como si el ave adorada sobre piedra
volase de repente
y girase
la manivela atada al nervio de la infancia
incrustada entre una hendija carnosa
troceada para nutrir
al caballo que vive en la retina
y galopa contra vientos de olvido
sobre cristales de luz
justo debajo del lóbulo frontal
a la hora de la melancolía.
Y desde lo que se nombra hay transformación de la materia. Son los espacios del habla un laboratorio para que el pensamiento se convierta en la invención de lo real:
El hueso de la verdad
Algún órgano alguna sustancia alguna conexión
debe sostener el temblor exacto
del instante feliz
inaccesible a la lengua
trenzado a sí mismo
gota en tránsito al vapor.
Así nos deja secar
testigos mordidos por la devastación y el goce
aullantes sin piedras de guardar
solo este miedo incandescente
que avanza por cada ventrículo
como anticipar la catástrofe
como desear la muerte de un hijo
como extender los ojos hacia la sabana
y encontrar allí la silueta del espanto
y reír con él
elevando el cuerno
porque antes del pavor final
hemos sido felices
un instante de cuerpo en combustión.
Giordana García Sojo exaltó lo vivido desde el vehículo intangible de ser, sus querencias, sueños y apetencias se aprecian en un volumen poético denominado Bajo el rezo animal. Una publicación de Ediciones Solar y Fundecem, que bien comenta el literato Raday Ojeda al decir: “En cada verso suyo hay riesgo”.
Ciertamente, García Sojo se adentra a las composiciones radicales de su intimidad y no teme mostrarse ante el mundo. Como madre-mujer, como mujer-pareja, como fémina que practica la sororidad, la poeta ejerce el verso como reflejo de toda su esencia:
Partida
La niña ahuyenta audacias de muerte
en los ojos absortos de su madre
sumerge la bestia en pocillo pequeño
Leve golpea su ombligo
la hunde
con naturalidad convoca el universo
de las grietas soplan telarañas
delicados veleros con voces de sirena
todo lo vivo bulle en su juego
la pesada lámpara vuelca bandada
revuelo de pluma
caída de luz
para ver
ahora sí ver
el hilo de cáscaras sobre hormigas
hacia la absurda camada de vida.
Son las páginas de Bajo el rezo animal, un retrato memorial del cariño, el respeto hacia sí misma y hacia los otros, donde Giordana se apropia de la virtud letrada.
Ricardo Romero Romero |@ItacaNaufrago | artedeleer@yahoo.com
Giordana García Sojo (Mérida-Venezuela, 1981)
Graduada en Letras mención Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Los Andes (ULA-Mérida), también cursó estudios en Gestión y Promoción de los Derechos Culturales del Observatorio de Políticas Culturales del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (CCC) junto con la Universidad de Buenos Aires (UBA), al igual que la Maestría en Antropología Social de esa misma casa de estudios. Fue presidenta de la Fundación Editorial El perro y la rana, siendo una de sus fundadoras. Es colaboradora habitual en el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).