Un nuevo fármaco para tratar el cáncer de mama mata a entre el 95 y el 100% de las células cancerosas en modelos de ratón del cáncer de mama con receptores de estrógenos positivos y sus metástasis en hueso, cerebro, hígado y pulmones.
En los experimentos, el nuevo fármaco, denominado ErSO, reduce rápidamente los tumores, incluso los grandes, hasta niveles indetectables.
El trabajo de investigación y desarrollo lo ha llevado a cabo un equipo que incluye, entre otros, a David Shapiro, Paul Hergenrother, Darjan Duraki, Matthew Boudreau y Ji Eun Kim, todos estos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos.
“Incluso cuando unas pocas células de cáncer de mama sobreviven, y se deja que los nuevos tumores crezcan durante varios meses, esos tumores rebrotados siguen siendo completamente sensibles a la repetición del tratamiento con ErSO”, destaca Shapiro. “Resulta sorprendente que el ErSO provocara la rápida destrucción de la mayoría de las metástasis de pulmón, hueso e hígado y la drástica reducción de las metástasis cerebrales, ya que los tumores que se han extendido a otros lugares del cuerpo son los responsables de la mayoría de las muertes por cáncer de mama”.
La actividad del ErSO depende de una proteína llamada receptor de estrógenos, que está presente en un alto porcentaje de los tumores de mama. Cuando el ErSO se une al receptor de estrógenos, sabotea una vía celular que prepara a las células cancerosas para un rápido crecimiento y las protege del estrés ambiental. Esta vía, denominada a-UPR (por las siglas en inglés de “anticipatory Unfolded Protein Response”), protege a las células cancerosas de ser eliminadas por los fármacos contra el cáncer.
El modo en que ErSO sabotea esa vía celular consiste en sobreactivarla, lo cual ya no tiene efectos positivos sobre las células cancerosas sino que resulta letal para ellas.