Con el propósito de disminuir el metano que rumiantes como las vacas producen con sus eructos, lo cual contribuye a la acumulación de gases de efecto invernadero, en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) analizan incluir la moringa entre sus estrategias nutricionales.

Luis Corona Gochi, jefe del Departamento de Nutrición Animal y Bioquímica de la FMVZ, explicó que realizaron estudios consistentes en administrar a los animales aceite, como la de canola, que además de ayudar a disminuir la generación de metano brinda energía.

Logramos disminuir 20 por ciento la emisión de metano, pero pensamos que si combinamos diferentes estrategias, podremos llegar hasta 40 por ciento, la meta. Además de un beneficio para el medio ambiente, buscamos que el animal sea más productivo, pues la emisión de ese gas implica una pérdida de energía, agregó.

Las vacas lecheras son las que más producen metano porque comen más, destacó el también doctor en ciencias.

El experto puntualizó que gran parte de las tierras de México (58 por ciento) son pastizales. Al consumir el pasto el ganado hace una labor de poda y el pasto fija dióxido de carbono atmosférico, resaltó.

Corona Gochi expuso que junto con su equipo encontró que la hoja de la moringa es una fuente proteica importante, además de que la semilla es alta en aceites.

Asimismo, con el árbol de moringa se busca establecer un esquema de ganadería sostenible, pues los animales podrían consumirlo al pastorear, mediante silvopastoreo (incorporación de árboles en la producción ganadera). Para determinadas épocas del año se propone deshidratar las hojas, moler las semillas e incluirlas en un complemento para dar una ración de unos 500 gramos al día a cada animal.

Es un sistema de producción más sustentable, más amigable con el medio ambiente y usamos recursos de la misma región, concluyó.