Han proliferado en plazas públicas de todo el país.
Alicia Yolanda Reyes
Ante la reciente aprobación de las Reformas a la Ley General del Control del Tabaco, las tabacaleras han intensificado su embate hacía las niñas, niños y adolescentes, con la promoción de los cigarrillos electrónicos o vapeadores, no solo a través de videos de influencers que los promocionan como un adminículo divertido, y seguro, lo cual es totalmente falso.
Ahora varias farmacias los ofertan, y los venden al público en general, con la falsa idea de que ayuda a dejar de fumar cuando en la práctica es todo lo contrario.
Las sustancias que se le adicionan a los vapers no están del todo claras, además de que nadie controla la cantidad que le pueden poner por lo que resulta dañino y adictivo.
Ahora la modalidad son las máquinas expendedoras de cigarrillos electrónicos, que nadie sabe como llegan al país, puesto que por decreto presidencial está prohibida su importación y comercialización.
El gran riesgo que representan estas máquinas es que están colocadas en espacios público, accesible las 24 horas del día, y pese a que algunas señalan que está prohibida su venta a menores de edad, en la práctica no existe un control de quienes las usan.
Se ha detectado que menores de 12 o 14 años, basta con que cuenten con los 200 pesos que cuesta aproximadamente el adminículo, pueden adquirirlo tranquilamente sin que nadie lo impida.
No existe una regulación al respecto, ni se sabe si cuentan con algún tipo de permiso de los ayuntamientos, por lo que representan un grave riesgo para la salud de las y los jóvenes.
De acuerdo a la abogada de Códice Norma Ibáñez “es necesaria la regulación de los productos alternativos a los de tabaco, con o sin nicotina de forma que se equiparen a estos en torno a restricciones de fabricación, uso, comercialización, empaquetado y publicidad entre otros”.
Las autoridades deben de realizar la detección de la cantidad de máquinas expendedoras de productos alternos al tabaco que se encuentran en sitios públicos como plazas comerciales, terminales de transporte e, incluso en la vía pública.
De igual forma establecer su localización bajo que permisos y de que autoridad operan, quienes los controlan y el origen de esos productos .
El interés superior de la niñez protege a los menores de este tipo de acciones de la industria, ya que la exposición de estos productos y el fácil acceso que tienen a los mismos vulnera su seguridad, salud y sano desarrollo
La Maestra Ibáñez asevera que a partir del marco legal, nacional e internacional que fue analizado se concluye que existe un amplio fundamento para regular a los nuevos productos alternativos al tabaco, con o sin nicotina que restrinjan la exposición y acceso a los mismos de forma directa a través de máquinas expendedoras donde, sobre todo, uno de los principales objetivos es proteger a niñas, niños y adolescentes a que inicien en su consumo.
Ante la falta de acción de las autoridades sanitarias, la ciudadanía en general podemos y debemos denunciar ante COFREPIS, cualquier máquina de estas, y de ser posible hacer además la denuncia en redes sociales(aliciayolandar@hotmail.com)