Dr. Leonel Arguello Yrigoyen, Médico Epidemiólogo
Los seres humanos estamos cambiando todo el tiempo y en la medida que llegamos a los sesenta años, algunos de ellos son muy notables. Por ejemplo, la pérdida de memoria leve, es normal olvidar cosas de vez en cuando, como nombres o dónde dejamos las llaves. Cambios en sus patrones de sueño, como despertarse más temprano o tener sueño ligero.
Pérdida de masa muscular y fuerza, así como sentir dolores y molestias, por eso mantenerse activo y hacer ejercicios de resistencia puede ayudar a minimizar estos efectos. La piel es más delgada y seca, lo que puede causar arrugas y moretones más fácilmente. Usar cremas hidratantes puede ayudar a mantener la piel saludable. Disminución del apetito, por eso es importante asegurarse de seguir una dieta equilibrada y nutritiva.
También la visión y audición pueden disminuir gradualmente y los aísla socialmente. Usar gafas y audífonos puede ayudar a manejar estos cambios. Es común tener que ir al baño con más frecuencia.
Las personas mayores deben realizarse chequeos de salud regulares, pues ayudan a detectar problemas de salud en sus etapas iniciales o tempranas, como la hipertensión, la diabetes y el cáncer. Permiten a los médicos monitorear condiciones crónicas, revisar y ajustar tratamientos según sea necesario, como la artritis, enfermedades cardíacas como la hipertensión no controlada que puede llevar a problemas más serios como infartos en el corazón y accidentes cerebrovasculares, como hemorragias o infartos cerebrales y, problemas respiratorios. Deben incluir evaluaciones de salud mental para detectar signos de depresión, ansiedad y otros problemas emocionales.
Los chequeos de salud también son una oportunidad para que los médicos aconsejen a sus pacientes sobre cómo llevar un estilo de vida saludable, como dieta o tipo de alimentación, ejercicio, apoyo emocional y otros hábitos saludables.
Exámenes de colesterol, pruebas de diabetes, exámenes de la vista y audición, evaluaciones de salud mental, pruebas de densidad ósea o riesgos de fracturas, chequeos dentales importantes para la nutrición, prevención de caries y enfermedades de las encías. Exámenes de cáncer como mamografías, colonoscopias y exámenes de próstata pueden detectar cáncer en etapas tempranas, cuando es más tratable.
Ahora bien, es importante conocer algunos signos de alerta o de emergencia en la tercera edad que requieren atención médica inmediata, como dolor intenso en el pecho, que se extiende al brazo, cuello o mandíbula, o viene acompañado de dificultad para respirar, pues puede ser un ataque cardíaco. La falta de aire repentina o severa puede indicar problemas cardíacos o pulmonares. Cambios súbitos en el estado mental, como confusión, desorientación o dificultad para hablar, pueden ser signos de un accidente cerebrovascular o una infección grave. Debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo puede indicar un accidente cerebrovascular. Caídas frecuentes, repetidas o graves pueden indicar problemas de equilibrio, debilidad muscular o problemas neurológicos que necesitan evaluación médica.
La pérdida de peso inexplicada sin cambios en la dieta o el ejercicio puede ser un signo de una enfermedad subyacente, como cáncer o problemas tiroideos. Una fiebre alta que no baja con medicamentos puede ser un signo de una infección grave que requiere atención médica. Dolor abdominal severo en el abdomen puede ser un signo de apendicitis, problemas de vesícula biliar o una obstrucción intestinal. Cualquier sangrado inusual, ya sea en la orina, las heces, o al toser. Pérdida repentina de la visión o audición puede ser un signo de un problema grave que necesita atención inmediata.
Por lo tanto, conociendo los cambios normales y los signos de alerta, así como la importancia del chequeo médico, podremos cuidar de mejor manera a nuestros mayores. Te toca revisar si lo estás haciendo.
