Dr. Leonel Arguello Yrigoyen, médico epidemiólogo

La planta del pie tiene un tejido llamado fascia plantar, que recorre el talón y llega hasta debajo de los dedos del pie, ayuda a soportar el arco del pie y absorbe el impacto al caminar, correr o estar de pie.

Cuando se inflama, puede causar dolor intenso en el talón, especialmente al dar los primeros pasos por la mañana o después de estar sentado por un tiempo prolongado. Esto ocurre al someter este tejido a una tensión excesiva, por ejemplo, al caminar o estar de pie durante largos períodos, especialmente en superficies duras, que provoca pequeñas lesiones, micro desgarros e inflamación, siendo la sobrecarga y el estrés repetitivo la causa más frecuente. Afecta más a enfermeras y maestros, cuyo trabajo requieren estar de pie todo el día, o a aquellos que realizan actividades deportivas intensas como correr maratones.

Otra causa es usar calzado inadecuado con suelas duras o tacones altos, que no proporciona suficiente soporte o amortiguación para el arco del pie, aumentand la presión. Personas que presentan anomalías en la estructura del pie, como el pie plano o el pie con arco alto, pueden afectar la distribución del peso y aumentar la tensión en la fascia plantar.

Ocurre también cuando incrementas de manera abrupta la intensidad o la duración de las actividades físicas, como empezar un nuevo programa de ejercicios o aumentar la distancia al correr y por supuesto el sobrepeso o la obesidad que añaden presión adicional a los pies. Esta presión también se puede producir si tenés músculos débiles en el pie y la pierna, porque pueden no ser capaces de soportar adecuadamente el peso del cuerpo.

A medida que envejecemos, el tejido conectivo, incluida la fascia plantar, puede perder elasticidad y grosor, haciéndolo menos flexible y más susceptible a lesiones. Y por último un golpe en la planta del pie puede causarla.
¿Cómo podemos prevenir la fascia plantar? eligiendo un calzado adecuado, cómodo y que se ajuste bien a tus pies, ofreciendo un buen soporte para el arco, amortiguación adecuada y una suela flexible. Aumentar la intensidad de tus actividades físicas de manera gradual y progresiva para evitar sobrecargar tus pies, ya que el ejercicio regular puede reducir la presión sobre tus pies. Mantener un peso saludable en base a tu altura, a través de una dieta balanceada, variada, colorida y alegre. Fortalecer y estirar los músculos de la pantorrilla y del pie, como por ejemplo tirar suavemente tus dedos del pie hacia arriba para estirar el arco del pie, elevar los talones poniéndote en puntillas, agarrar una toalla con los dedos del pie,
Utilizar plantillas ortopédicas personalizadas que ayuden a distribuir el peso de manera más uniforme. Masajear la planta del pie y aplicar hielo en el talón después de actividades físicas intensas puede ayudar a prevenir la inflamación.

Los tratamientos de la Fascitis Plantar son reposo y reducción de actividades que agraven el dolor. Usar una bolsa de hielo durante 15-20 minutos varias veces al día para reducir la inflamación. Tomar medicamentos antinflamatorios y realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento los músculos de la pierna y pies. La fisioterapia es muy útil y las plantillas ortopédicas pueden ayudar a proporcionar un mejor soporte para el arco del pie y reducir la presión en la fascia plantar.

En casos severos, pueden ser necesarias inyecciones de corticosteroides, terapia de ondas de choque o cirugía. Conociendo todo esto, tomemos las medidas preventivas y los tratamientos adecuados, para manejar y superar esta condición.