Leonel Argüello Yrigoyen, médico Epidemiólogo
Los hongos son un grupo de organismos microscópicos que viven de materias orgánicas en descomposición en cualquier sitio y afectan la piel de forma benigna, sin riesgo para la vida del paciente y ocurren producto del calor, la humedad y una higiene deficiente, especialmente entre los dedos de los pies, aunque pueda parecer en cualquier otro lado de la piel, en la boca y en la vagina, en esta última con picazón, irritación, sensación de quemazón al orinar o tener relaciones sexuales y secreción vaginal de color blanco, espeso y sin olor.
Los factores que incrementan el adquirir o contagiarse por un hongo son el uso de piscinas públicas, gimnasios o instalaciones deportivas especialmente en el baño, toma prolongada de antibióticos o corticoides, uso de detergentes y algunas enfermedades que afectan las defensas o su sistema inmunológico, como son el Sida, cáncer y Diabetes, usar cosas personales de personas afectadas por hongo, los que sufren de incontinencia urinaria y ser trabajador de salud por el contacto con mucha gente. Además, una persona que tenga las defensas bajas es propensa a que los hongos de manera oportunista se instalen y le cause complicaciones. El sudor y la humedad juegan un papel fundamental.
Los hongos pueden estar viviendo en la piel sin afectarla, pero en determinados momentos pueden hacerlo y se expresan en micosis superficiales de la piel, entre ellas la que afecta a los pelos del cuero cabelludo, más frecuente en escolares, el pelo es quebradizo, áreas sin pelo y afecta también las cejas y pestañas, con mucha picazón. Pueden afectar la barba, los dedos del pie o pie de atleta, de las más comunes, muy contagiosa, produce ardor, escozor, dolor, ampollas y costra en la piel. El hongo de las uñas casi siempre es crónico o prolongado y a veces difícil de tratar.
Otras zonas afectadas pueden ser aquellas áreas de la piel donde se forman pliegues cutáneos o sea en las axilas debajo de las mamas entre las nalgas, entre las piernas o en la ingle y también debajo de la panza de personas obesas.
Para realizar el diagnóstico, además de observarlo, que es la primera tarea, se pueden realizar cultivos del lugar donde esté el hongo para teñirlo e identificarlo, también exámenes de sangre y uso de pruebas moleculares en laboratorios más sofisticados.
Para prevenir los hongos en la piel, se recomienda, mantener la piel limpia y seca, dedícale tiempo a secarte bien los pies, usar ropa de algodón y evitar la ropa ajustada, no compartir toallas, ropa, chinelas ni zapatos, no caminar descalzo en lugares públicos, cambiarte calcetines dos veces al día, y dejar que tu toalla se seque totalmente.
Si tenés hongos, evita transmitirlo a otras personas, no rascarte, lavarte las manos con agua y jabón con frecuencia y mantenlas seca, usar sandalias o chinelas en el baño si estás con pie de atleta y no compartir efectos personales.
Existen una serie de medicamentos útiles, pero si en dos semanas no mejoras, consulta con tu médico.