Dr. Leonel Arguello Yrigoyen, Médico especialista en Epidemiología.
Mi papá hace 26 años padeció de cáncer de próstata y haberlo detectado tempranamente y tratarlo de forma oportuna le ha permitido llegar a sus 91 años con buena salud.
Ahora me toca a mí, mi riesgo era de un 50% y si mis abuelos hubieran padecido de cáncer de próstata, mi riesgo hubiese sido de un 75%, pero eso no lo pude saber, en vista de que ambos fallecieron jóvenes.
Aquí radica la importancia de conocer cuál es tu historia familiar de enfermedades, porque te permite, como lo hice yo estar haciéndome los exámenes anuales de sangre y de exploración física, detectando tempranamente el cáncer con biopsia, dándole seguimiento y tomando las medidas correctivas como quitarme la próstata a través de cirugía, que es la que decidí o bien recibir tratamiento con rayos o radioterapia para matar a las células cancerosas.
Noten lo importante que es la prevención, porque si no me hubiese chequeado periódicamente, este cáncer no hubiese sido detectado, hasta que el mismo me hubiese afectado otros órganos del cuerpo, conocido como metástasis que te lleva al fallecimiento prematuro o sea antes de tiempo.
Otro elemento importante es estar bien informado científicamente de la enfermedad que uno padece, pues esto evita la negación, el atraso en tomar medidas o bien en caer en tratamientos que no están debidamente demostrado su funcionamiento y que actualmente existen muchísimos en el mercado.
Cuando conoces la evolución de la enfermedad y las opciones que tenés para poder frenarla, te da más tranquilidad, por supuesto algunas preocupaciones físicas y mentales surgen y por eso es importante hablar con tu médico.
Por otro lado, no es lo mismo tener una enfermedad crónica y operarse, pues ya entras a sala de operaciones con mayor riesgo, en mi caso estoy saludable, ya solo con eso, mi riesgo de operarme es menor, las complicaciones que pueden surgir hay que conocerlas previamente y abordarlas a tiempo, casi siempre las infecciones son la más frecuente.
Es necesario estar claro de cuáles son las secuelas o problemas que quedan posteriormente después de la operación, en este caso pudiera ser impotencia sexual y que te orines porque no podés retenerla, o ambos y ya sabiendo esto como casi todo en la vida tiene solución.
Por otro lado, la salud mental puede afectarte, porque te ubica en incertidumbre, que es lo que pasará, alguna gente se aferra a sus creencias religiosas, en mi caso valoro mi mentalidad positiva y buena salud, buen cirujano y equipo y eso me da más tranquilidad.
Y de último, es arreglar tus cuentas, tus deudas, tus ahorros, propiedades, testamento, todo dejarlo ordenado, no le dejes problemas a tu familia. Se precavido. La prevención vale.