¿Qué cambios ocurren con el adulto mayor a 60 años y cómo ayudarlos?
Dr. Leonel Arguello Yrigoyen, médico especialista en Epidemiología.
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Un adulto mayor es cualquier persona mayor de 60 años, que realiza de acuerdo con su capacidad, múltiples aportaciones valiosas a la familia y a la sociedad, es participante activo en la fuerza de trabajo y ha llegado a una etapa de envejecimiento. Cada individuo la experimenta de diferente manera desde el punto de vista físico, psicológico y social, donde el riesgo de enfermarse puede incrementarse, pero el ejercicio y la actividad mental diaria lo disminuyen.
Son personas que acumulan experiencia, sabiduría y observan los cambios que ocurren a su alrededor, con la familia y la sociedad, aportando con sus propias experiencias e incluso se adaptan a las nuevas tecnologías.
Algunos de ellos, producto de su buen estilo de vida o de comportamiento saludables, son más autónomos que otros y pueden desarrollar sus actividades diarias como subir o bajar escaleras, el aseo personal, lavar ropa, cocinar y otras. El adaptarse a los cambios ayuda mucho y la mayoría lleva una vida satisfactoria.
Puede haber vulnerabilidad, debilidad o respuesta más lenta al estrés psicológico, fisiológico y social, lo que se aumentaría al presentar alguna enfermedad aguda o crónica. Se observan problemas en el cuerpo y en la habilidad mental que se aumentan con el aislamiento familiar y la ausencia de una red social de amigos o familiares, por eso, usar la tecnología de la comunicación les permite permanente contacto con familiares y amigos, así como con nuevos conocidos, todo ello es parte del apoyo emocional necesario.
Entre los 53 y los 60 años se presenta un pequeño decrecimiento en la inteligencia y luego de los 60 disminuye la capacidad de resolver problemas nuevos, pero no así los ya vividos, pues su experiencia le ayuda.
Esta etapa su autoestima se afecta por el deterioro físico y biológico, pérdida de fuerza, que conlleva al debilitamiento o la pérdida total de las capacidades visuales, de movilidad, del gusto, del olfato, tacto, auditivas y digestivas, perdiendo autonomía. También por el paso de persona laboral a jubilada, la muerte de personas cercanas y el abandono de hijos. Recordemos que somos seres sociales y si no platicamos, si la familia o amigos no nos visitan puede surgir depresión, trastornos del ánimo, alteraciones de la memoria, lo cual sería peor si se está conviviendo con una enfermedad o con personas que lo violentan. Por supuesto las personas de escasos recursos económicos casi siempre la pasan peor.
Establecer una rutina es importante, cosas tan elementales como dejar siempre en el mismo lugar las cosas, orden sobre todo, tener objetivos y planes, un horario de ejercicio, caminar, aseo e higiene personal, recreación, lectura, juego, conversación con otras personas, estar conectado siempre para evitar la soledad, escuchar música, bailar, sus tres tiempos de comida y meriendas por la mañana y por la tarde, suficiente líquido para que orinen siempre transparente, aunque no tengan sed pues se deshidratan rápidamente.
Si toma medicamentos poner en rótulo grandes cuáles son, la frecuencia y las dosis y ordenar las pastillas en un solo lugar, asegurarse que duerme bien por la noche, necesitan 7 horas para el descanso pleno y por supuesto su vida sexual puede continua. Tener una mascota, siempre es saludable.
Actualmente el porcentaje de adultos mayores crece año a año, por lo tanto, debemos estar más preparados como familia, comunidad y sociedad para una atención integral a los adultos mayores. Recordemos algo que no debemos olvidar y recomendar siempre, poco plato, mucho trato y mucha suela de zapato. Sea usted un apoyo emocional para las y los mayores.