Respeto A Las y Los Adultos Mayores
Por Alicia Yolanda Reyes.
Luisa tiene 75 años, no padece ninguna enfermedad, como diabetes, obesidad, hipertensión o cáncer. Ella mantiene una vida activa, realiza sus actividades cotidianas de manera independiente, pero con frecuencia se topa con algun@s funcionari@s o personal de salud, que al verla llegar le preguntan por su familiar u acompañante “que la auxilie”, ella les explica que no necesita que la “traigan”, que ella se puede movilizar sola.
En la consulta médica cuando ocasionalmente la acompaña su hija, el profesional de la salud le explica directamente a la otra persona, como “si yo fuera invisible”, ella les pide se dirijan a ella directamente, y lo hacen a regañadientes.
“En una ocasión tuvo un pequeño accidente, le cayó cloro en un ojo, sus hijas insistieron en que tenía que hacerse revisar, llegaron a la institución médica, mientras la hija estacionaba su vehículo ella se adelantó al servicio de urgencias. Le estaban dando las explicaciones de a qué consultorio tenía que presentarse, en cuanto vieron a su hija, dejaron de hablarle a ella, y empezaron a darle las indicaciones a su hija; “lleve a su mamá a tal consultorio etc”. La situación era un tanto incómoda.”
Luisa se molestó y les hizo ver que la paciente era ella, y la recepcionista, se “disculpó, diciendo para que entienda mejor, le explico a su hija”.
En otra ocasión estaba acompañando a su hijo hospitalizado, los médicos tratantes le estaban explicando el tratamiento a seguir, en cuanto entró su hija todes voltearon a verla, y dirigirse directamente con ella e ignoraron a Luisa.
La hija les hizo ver que la persona que estaba más cercana a su hijo y la atendía era su madre, por lo que las explicaciones deberían dárselas a ella.
Ayer se anunció con bombo y platillo que varias instituciones del sector salud tenían programas específicos para las personas de la tercera edad, como dar un trato preferencial a la hora de realizar trámites, con filas especiales para que tardaran menos. Algunas instituciones bancarias incluso tienen claves para dar un acceso más ágil a este sector de la población.
Pero en la práctica el trato es discriminatorio, no son pocas las ocasiones en que les “sugieren” venir acompañadas por una persona más joven que les ayude a “comprender las indicaciones”.
Hasta los choferes de UBER llegan a preguntar: “¿y su acompañante?”, o ¿Quién le pidió el servicio?
Anécdotas sobran, la mayoría no son agradables, ya que se sigue con la idea que después de cierta edad las personas son como niños/as”.
La directora de Prestaciones Médicas del IMSS, Célida Duque, al conmemorar el Día Internacional de las Personas Adultas Mayores, informó que la institución promueve prácticas para respetar a este sector de la población, reconociendo que tienen derechos, deben ser tratadas en igualdad y evitar la discriminación.
Acciones necesarias, sin duda, pero es importante una capacitación de todo el personal que labora en la institución, para reconocer, que a menos que se tenga una discapacidad intelectual, las y los adultos mayores se les debe respetar, darles directamente las indicaciones pertinentes, y evitar la discriminación.
Cumplir años, no es dejar de ser capaz para valerse por si misma, requerir de interpretes o tutores para recibir atención en cualquier espacio, ya sea de salud, comercial o educativo.
Existen adultos mayores que por cuestiones culturales sientan que deben “pedir permiso a sus hijos para realizar determinadas actividades, pero en general cumplir años no nos convierte en Cero a la izquierda, ni requerimos de quien nos tutele, o tome decisiones por nosotres (aliciayolandar@hotmail.com)