La atelectasia es un colapso completo o parcial del pulmón entero o de una parte (lóbulo) del pulmón. Se produce cuando pequeñas bolsas de aíre (alévolos) que forman los pulmones se desinflan, o se llenan de líquido.
Si la atelectasia es ligera, se puede disminuir con un tratamiento que ayude a aflojar y disminuir la mucosidad. El método más común son nebulizaciones.
La atelectasia provoca en general baja de saturación pulmonar, por lo que el paciente requerirá de oxigeno las 24 horas, realizar ejercicios de respiración con un inspirómetro.
El inspirómetro es un pequeño aditamento incentivador de 3 bolas de colores, que ejercitan los pulmones mediante inhalaciones.
Su función es abrir las vías respiratorias, facilitar la respiración, evitar la acumulación de líquido y moco en los pulmones.
Su uso está recomendado después de una cirugía o neumonía, así como para manejar los síntomas de enfermedades pulmonares como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, mejor conocida como EPOC, muy común en los fumadores.
Otra de las recomendaciones para una persona que sufre esta complicación, es caminar, una vez que el médico autoriza levantarse después de la cirugía, esto ayuda a una recuperación más rápida.
Jaime tiene 48 años, hace dos meses tuvo un problema gastrointestinal que ameritó una cirugía, para revisar intestinos; por las tomografías previas que se realizaron, se pensaba que parte del intestino se encontraba necrosado; la posibilidad era que tuvieran que cortar parte del intestino, e incluso la p de que se fuera a requerir una colostomía; afortunadamente, esta no fue necesaria.
Después de la cirugía el médico explicó a los familiares que se habían retirado unas adherencias y se había procedido a suturar.
Las expectativas de que fuera dado de alta en unos cuantos días se fueron alargando cuando Jaime empezó a padecer una baja saturación de oxígeno.
Se realizaron nuevos estudios, radiografías, tomografía de tórax y abdomen y gasometrías para tratar de detectar el problema.
Se pidió una interconsulta con neumología y se diagnosticó una atelectasia pulmonar, por lo que se le recomendaron varios ejercicios, caminar con las puntas de oxígeno conectadas para evitar una baja saturación.
Se detectó qué durante la cirugía, o previa a esta se había acumulado líquido en los pulmones, situación común por la sustancias que se utilizan para lavar la cavidad abdominal en este tipo de procedimientos.
Se adquirió un oxímetro para monitorear de manera constante la saturación de oxígeno en sangre.
Los valores normales de una persona sana oscilan entre 94 a 97 de saturación de acuerdo a la edad y estado general. Lo ideal es que no baje de 92 por ciento.
En el caso de Jaime si se le retiraba el oxígeno llegaba a bajar hasta 70 por ciento, algo que puede ser grave si dura por un periodo largo, por lo que se le mantuvo con oxígeno las 3 semanas que permaneció en el hospital.
Cuando se envío a casa continuo con oxigeno suplementario una semana más, de día y de noche, poco a poco se le fue retirando por intervalos cada vez más largos durante el día y disminuyendo la cantidad que se le administraba durante la noche, monitoreando siempre la saturación.
Al final se le dejó en la noche sin oxigenoterapia con supervisión durante tres noches, hasta que se vio que ya estaba saturando adecuadamente sin ningún tipo de apoyo.
Jaime siempre ha caminado de seis a 9 kilómetros diarios, en dos o tres sesiones, esto ayudó a que su función pulmonar se recuperara en un plazo mínimo.
Cuando salió del hospital el neumólogo dijo a la familia que la recuperación esperada era de seis semanas a tres meses, afortunadamente fue más rápido, gracias a los ejercicios que sigue realizando.
Una vez más se demuestra que el ejercicio contribuye a la salud de todas las personas y que caminar es algo que se puede hacer sin ningún tipo de inversión, solo con el deseo de estar mejor, en todas las áreas y edades del ser humano
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