La Importancia de Las Vacunas para Prevenir Enfermedades
Después de más de diez años aparece la poliomielitis en Estados Unidos.
Por Alicia Yolanda Reyes
Ana tiene 65 años, cuando era niña contrajo la poliomielitis, la cual le dejo serias secuelas en las piernas, que le obligan a utilizar muletas, a pesar de ello estudió contaduría, pero no llegó a formar una pareja, ya que ella siempre pensaba que se le acercaban por lástima.
Actualmente se hace cargo de su madre que tiene 85 años. Reconoce que siente resentimiento porque sus padres no la vacunaron por problemas religiosos, y eso le marcó la vida de manera negativa.
La poliomielitis había sido prácticamente erradicada a nivel mundial, sin embargo, hace unos días se detectó un caso en Estados Unidos, de una persona que no había recibido la vacuna.
Los funcionarios sanitarios del Estado de Nueva York donde se detectó el caso en el mes de julio, señalaron que el virus se encontró en aguas residuales en dos lugares diferentes del condado de Orange, lo que indica que el virus está presente en esa área
La poliomielitis al igual que la COVID 19 es muy contagiosa. Se propaga de persona a persona cuando se está en contacto con heces de la persona infectada, es preocupante en menores de cinco años, que tienen menos higiene que los adultos.
En menor grado se puede propagar con el contacto de otros fluidos corporales como las gotículas que se exhalan al estornudar o toser.
Si las personas que entran en contacto con alguien que tiene el virus de la polio como se le conoce, tienen la vacuna no corren ningún riesgo de desarrollarla.
La polio es una enfermedad a veces incapacitante, potencialmente mortal causada por el polio virus. Afecta principalmente a bebes y menores de cinco años, pero cualquier persona que no esté vacunada puede contraerla.
No existe cura para la polio, por lo que la vacunación generalizada ha demostrado ser una prevención eficaz.
Las personas vacunadas que contraen la polio ni siquiera saben que la tienen, ya que sus síntomas son parecidos a una gripe, o permanecen asintomáticas, pero al igual que la COVID, si pueden trasmitirla a quienes no cuenten con la vacuna.
De acuerdo con los especialistas en salud pública las personas que no están vacunadas, menos de una de cada cien, desarrollan síntomas que afectan el cerebro y la médula espinal.
Algunas de estas personas pueden experimentar una sensación de hormigueo en las piernas. Una de cada 25 llegan a desarrollar meningitis, que se expresa en la inflamación de las membranas que cubren el cerebro, la médula espinal o ambas.
Aun cuando se logre una cierta recuperación, se desarrollan dolores musculares, debilidad o parálisis por 15 o 40 años después del evento.
En un mínimo porcentaje el virus llega a ser mortal, porque afecta los músculos que ayudan a respirar.
En México desde los años cincuenta se aplica la vacuna parala polio desde los primeros meses de vida y se refuerza hasta que se cumplen los cinco años, lo cual ha contribuido a prácticamente erradicarla.
De ahí la importancia de que madres y padres de familia entiendan la importancia de aplicar los esquemas de vacunación las y los menores, máxime que están disponibles en el sector salud sin ningún costo.
Al proteger a los y las hijas se contribuye a que tengan un desarrollo sano en todas las áreas de su vida. Es mejor prevenir que lamentar (aliciayolandar@hotmail.com)