· Engloba varias patologías como el autismo, Parálisis Cerebral , Trastorno por Déficit de Atención etc señala el Neuro pediatra Jesús Gómez Plascencia.
El nacimiento de un hijo o hija en general es esperado con gran alegría por la madre y el padre; cuando nace lo primero que hace el personal de salud es revisar que esté completo, que sus extremidades inferiores y superiores, así como el resto del cuerpo se encuentre en buen estado, luego vienen otro tipo de pruebas mas precisas para saber si todo marcha bien.
Un 10 por ciento de los bebés presentan desde el nacimiento algún tipo de insuficiencia que puede comprometer su sano desarrollo.
Actualmente se tienen más conocimientos sobre las terapias físicas que ayudan a revertir o disminuir, este tipo de padecimientos, pero no siempre había sido así.
Hace algunas décadas las discapacidades intelectuales tardaban en diagnosticarse, cuando la madre le comentaba al pediatra que su bebé era un poco lento para sentarse, e incluso intentar pararse, le decían que no se preocupara que algunos niños eran más lentos que otros.
Incluso algunos decían es que lo tiene muy consentido por eso no intenta hablar, si se corría con suerte revisaban el funcionamiento de su sistema auditivo y declaraban el niño escucha perfectamente, solo es distraído etc.
En otros casos les explicaban a sus padres que el pequeño tenía un retraso mental severo, dicho con frialdad terrible sin empatizar con los sentimientos de quien recibía la noticia a quemar ropa.
Por años incluso se utilizaban calificativos como idiota, retrasado. En el caso de los padres con creencias religiosas conservadoras se les culpaba por haber procreado fuera del matrimonio, por haber consumido alcohol durante el embarazo, por no haberse cuidado lo suficiente, de tal manera que no solo se cargaba con el dolor de tener un hijo o hija diferente, además existía la culpa de ser responsable de la discapacidad.
Tener un hijo con capacidades diferentes es doloroso y difícil de asimilar y no siempre se cuenta con el apoyo de la pareja o la familia para enfrentar el diagnóstico y buscar alternativas para ayudarle en su desarrollo.
El Neuro pediatra Jesús Gómez Plascencia autor de varios libros sobre autismo, Trastorno por Déficit de Atención y otras patologías señala que dentro del espectro autista existe una gran variedad que van de leves a moderadas e incluso graves.
Existen chicos/as que llegan a ser verdaderos genios en algunas áreas como las matemáticas, o el dibujo, por poner un ejemplo. Mientras que en el otro extremo están aquellos que parecen estar totalmente ausentes del mundo que les rodea.
El autismo hasta hace poco no era comprendido por los médicos de primer contacto, me tocó un profesional de la salud que tuve que consultar para que me expidiera una receta para un medicamento que se me había agotado durante las vacaciones.
Escribió una nota en la que aseveraba “que había sufrido hipoxia al nacer” cuando jamás le señalé nada por el estilo.
Como lo que necesitaba era la receta, no me tomé el tiempo para discutir con él y simplemente le agradecí la atención, previo pago de sus honorarios.
Gómez Plascencia señala que no se puede hacer un diagnóstico sin estudios previos, aseverar que se tiene un retraso mental severo requiere de una evaluación neurológica y psicológica, para evaluar que tipo de discapacidad tiene la persona.
Explica que en el sector salud cuando se trata de algún tipo de apoyo para estos chicos, o lograr que se le siga atendiendo pese a que superan la edad de 18 años, a veces se exagera el padecimiento, aunque a los padres no se les explique la razón.
Los autistas son muy perceptivos, y aunque su expresión verbal sea pobre en la mayoría de los casos no significa que no entiendan.
Gómez Plascencia señala que el desarrollo del lenguaje es considerado como una pauta para medir la inteligencia de las personas.
La socialización de la persona autista en general es defectuosa, la comunicación con la mayoría de las personas es pobre, logran establecer relaciones afectivas con la madre y otras personas cercanas a ellas.
Se comunican con señas, miradas e incluso tomando la mano de la persona que los cuidad para acceder a lo que necesitan, esto poco a poco es superado y aprenden que hay que valerse por si mismos para su autocuidado personal, como bañarse, alimentarse etc.
Aunque requieren de supervisión la mayoría de las veces es posible que puedan realizar algunas tareas dentro de su entorno, como ayudar a poner la mesa, sacar la basura, etc.
Las recomendaciones del Dr. Gómez Plascencia son buscar ayuda profesional de un neuro pediatra lo antes posible, de esta manera el pronóstico de desarrollo físico e intelectual avanzará.