La leucemia linfoblástica aguda representa una cuarta parte de todos los casos de cáncer diagnosticados en niños y adultos jóvenes, y es el que causa mayor número de muertes en esa franja de edad. Aunque la gran mayoría de los pacientes responden bien al tratamiento, en el 15-20% de los casos, el cáncer reaparece. El tratamiento estándar para estos pacientes se basa en administrar terapias agresivas que, aunque salvan vidas, también pueden inducir efectos secundarios a largo plazo, incluido deterioro mental y físico.
Ahora, un estudio dirigido por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) aborda la necesidad urgente de desarrollar terapias personalizadas que se adapten a cada paciente, al mismo tiempo que reduzcan los efectos secundarios que derivan del actual enfoque de “tratamiento único”. El trabajo ha sido liderado por Joan Montero y Albert Manzano, del laboratorio de Nanobioingeniería del IBEC. En el estudio también han contribuido Josep Samitier y Clara Alcon, también del laboratorio de Nanobioingeniería del IBEC; e investigadores de varios otros institutos, incluida la Universidad de Barcelona.
En este estudio, los investigadores utilizaron una metodología novedosa, conocida como “dynamic BH3 profiling”, que mide la capacidad de los fármacos para inducir a las células a morir (entrar en apoptosis), para evaluar nuevos tratamientos que podrían mejorar la terapia de los pacientes con leucemia linfoblástica aguda precursora de células B, especialmente aquellos que han recaído. En esta técnica, los medicamentos contra el cáncer se prueban directamente en células en el laboratorio. De este modo, los investigadores pueden analizar eventos apoptóticos tempranos para determinar si los medicamentos matarán a las células, en este caso, leucémicas, de una forma más rápida. “Esta nueva técnica permite reducir significativamente el tiempo de análisis y predecir con precisión la efectividad de tratamientos secuenciales para la leucemia linfoblástica aguda pediátrica”, declara Joan Montero.
En el estudio también se investigó cómo las diferentes variaciones genéticas de leucemia linfoblástica aguda precursora de células B respondieron a los fármacos antitumorales en combinación con BH3 mimetics, pequeñas moléculas que bloquean específicamente las proteínas que evitan la muerte de las células cancerosas.
De hecho, este efecto fue sinérgico en la inhibición dual de las proteínas MEK y MCL-1, que logró la eliminación casi completa de las células leucémicas. Estos resultados pueden ser particularmente relevantes en el diseño de nuevas combinaciones terapéuticas para pacientes que han sufrido recaídas.
Los resultados del trabajo muestran la utilidad de usar dynamic BH3 profiling para predecir la mejor combinación de tratamientos para cada paciente y aumentar así la potencia y eficacia de la terapia. Además, demuestra que los BH3 mimetics pueden mejorar las terapias actuales para tratar la leucemia linfoblástica aguda y superar la resistencia al bloquear las proteínas que previenen la muerte de las células cancerosas. Además, dado que el efecto de los BH3 mimetics es a menudo sinérgico, se requerirán concentraciones más bajas de cada fármaco y, por lo tanto, será menos probable que los pacientes sufran efectos secundarios graves.
Es importante destacar que todas estas observaciones se realizaron después de un tiempo de incubación muy corto, lo que enfatiza la utilidad de estos ensayos predictivos funcionales en la clínica. En resumen, estos hallazgos podrían representar nuevas estrategias terapéuticas prometedoras frente a este tipo de leucemia.
El estudio se titula “MCL-1 Inhibition Overcomes Anti-apoptotic Adaptation to Targeted Therapies in B-Cell Precursor Acute Lymphoblastic Leukemia”. Y se ha publicado en la revista académica Frontiers in Cell and Developmental Biology. (Fuente: IBEC)